El
desarrollo científico y tecnológico es un fenómeno que contribuye al bienestar
social de las naciones puesto que se basa en la capacidad para asimilar y
generar conocimiento, trayendo como consecuencia la adopción de nuevos modelos
económicos, jurídicos, educativos y políticos que se traducen en una mejor
calidad de vida para los miembros de la sociedad.
El
conocimiento científico criminológico se refiere a la capacidad de identificar
e interpretar etiológicamente las conductas antisociales y criminales, a través
de la aplicación de diversos métodos para llegar a la comprobación del hecho criminal, es decir,
el conocimiento de la verdad histórica de los hechos, que a su vez, es el
objeto del proceso penal de corte acusatorio, adversarial y oral.
La Criminología
a través de sus tres niveles de análisis –crimen,
criminal y criminalidad-, pretende replantear los aspectos fallidos de la
política criminal mexicana, con la finalidad de establecer una política
criminológica como complemento de la adopción del nuevo proceso penal de corte
acusatorio, adversarial y oral con motivo de la reforma constitucional de 2008.
Cabe
destacar que la política criminológica en el nuevo proceso penal mexicano no es
concebible sin la adopción e inclusión de los conceptos de Derechos Humanos,
seguridad ciudadana, control de convencionalidad, principios de presunción de
inocencia, debido proceso, los aspectos acusatorio, adversarial y oral,
principios del proceso, etc.
La dualidad
de la ciencia criminológica-criminalística que reviste al nuevo proceso penal
nos da la pauta para establecer un sin número de investigaciones que traigan
como consecuencia el establecimiento de nuevos conceptos, figuras e
instituciones jurídicas, teorías, y más aun, cambios de conciencia, de ideologías,
de hábitos, costumbres, pero sobre todo, la idea de lograr una mejor sociedad
internacional.
